Cuando los dos grupos se divisaron, los seguidores de Moisés exclamaron: "¡[Pronto] seremos alcanzados!"
Dijo [Moisés]: "¡No, [no nos alcanzarán]! Pues mi Señor está conmigo, y Él me guiará [para saber cómo salvarnos]".
Le inspiré a Moisés: "Golpea el mar con tu vara", y el mar se dividió en dos. Cada lado [del mar] se asemejaba a una enorme montaña.
Luego hice que los perseguidores [el Faraón y su ejército] los siguieran,
y fue entonces cuando salvé a Moisés y a todos los que estaban con él,
ahogando a los perseguidores.
En esto hay un signo, aunque la mayoría de ellos no eran creyentes.
Tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso.
[Y] relátales [también, ¡oh, Mujámmad!] la historia de Abraham,
cuando dijo a su padre y a su pueblo: "¿Qué adoran?"
Respondieron: "Adoramos ídolos, a los que estamos consagrados".
Dijo [Abraham]: "¿Acaso pueden ellos oír sus súplicas?
¿Pueden concederles a ustedes algún beneficio o pueden causarles algún daño?"
Respondieron: "No, pero es lo que adoraban nuestros padres [y nosotros simplemente los imitamos]".
Dijo [Abraham]: "¿Acaso no han reflexionado en lo que adoran,
tanto ustedes como sus ancestros?
Ellos [los que adoran] son mis enemigos, excepto el Señor del Universo,
pues él es Quien me ha creado y me guía,
Él me da de comer y de beber.
Cuando enfermo, Él es Quien me cura.
Él es Quien me hará morir y luego me dará vida [resucitándome],
de Él anhelo que perdone mis pecados el Día del Juicio.
¡Oh, Señor mío! Concédeme sabiduría y estar entre los justos.