la mitad, o un poco menos,
El día que la tierra y las montañas convulsionen, y las montañas se conviertan en arena dispersa.
¡Oh, tú [Mujámmad] que estás arropado!
o un poco más, y recita el Corán claramente y meditando en su significado.
Porque he de transmitirte una revelación de gran peso.
Si te levantas a orar en el seno de la noche encontrarás mayor quietud y podrás concentrarte mejor,
pues durante el día tienes muchas ocupaciones.
Celebra el nombre de tu Señor y conságrate a Él con total devoción.
Él es el Señor del oriente y del occidente. No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él. Tómalo como tu protector.
Ten paciencia con lo que dicen [insultándote], pero apártate de ellos discretamente.
Deja que Yo me ocupe de los que niegan la verdad, los que ahora tienen opulencia. Tenles paciencia brevemente.
[Porque] dispongo de cadenas y del fuego del Infierno [para castigarlos],
de una comida que [por su repugnancia] se atraganta, un castigo doloroso.
[¡Oh, gente!] Les he enviado un Mensajero para que dé testimonio de la verdad ante ustedes, tal como antes había enviado un Mensajero al Faraón.
[Pero] el Faraón desmintió al Mensajero y por eso lo castigué duramente.
Levántate a orar en la noche, salvo una pequeña parte de ella,
Si no creen, no podrán librarse del castigo del día terrible [del Juicio], que hará encanecer hasta a los niños.
El cosmos se romperá y Su promesa se cumplirá.
Esto es una advertencia real; en consecuencia, quien quiera que emprenda un camino hacia su Señor.