Contratar al incrédulo


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Pregunta: Un pariente mio tiene un empleado indio que sigue la religión sij, es decir, es incrédulo. Le hizo un contrato de trabajo por el período de cuatro años, de los que han pasado dos, y después descubrimos que este hombre transfiere, de forma continua, cantidades de dinero a su país para construir templos hindúes. Al enterarnos de eso, el gerente dijo que iba a terminar su contrato y expatriarlo por ayudar a los seguidores de su religión contra los musulmanes. No obstante, uno de los hermanos nos hizo recordar la aleya donde Allah -Exaltado sea- dice: ( Número del tomo 14; Página 388)  ¡Vosotros que creéis! ¡Cumplid los contratos! Espero que nos guíe respecto a lo que dijo este hermano. ¡Que Allah les proteja y guarde!


Respuesta: Se debe anular el contrato de este empleado incrédulo, y sustituirlo por un musulmán confiable, pues contraer a un musulmán implica apoyo y cooperación y ayudarle en los asuntos de su religión y su vida mundanal, algo que puede ser motivo para fortalecer a los musulmanes contra sus enemigos; también porque no está permitido traer incrédulos a la península arábiga.En cuanto a contraer a los incrédulos de entre los paganos, magos, judíos, cristianos y otros y hacerles quedar entre los musulmanes, eso conlleva perjuicios y resultados peligrosos e implica corrupciones, tentaciones y maldades incontables. Pues el hecho de dejarles trabajar les ayudaría a divulgar sus creencias y costumbres entre los musulmanes e influir en ellos. También el hecho de contratarlos significa ayudarles en sus falsedades, forzar su economía y poner en marcha sus planificaciones contra los musulmanes. Fue auténticamente comprobado que el Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- que recomendó, cuando estaba muriendo, expulsar a los incrédulos de la Península Arábiga. Fue narrado por Al-Bujari en su Sahih, bajo la autoridad de Ibn ‘Abbas, un hadiz en el que se dice: que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- recomendó tres cosas antes de su muerte. Dijo: "Expulsad a los politeístas de La Península Arábiga El Profeta expulsó a los Judíos de Medina y les prohibió habitar en ella, les expatrió hacia Jaybar y cuando se conquistó el resto de Jaybar, tomó la iniciativa de echar a los que se quedaron después de contratarles para que trabajen en Jaybar, ( Número del tomo 14; Página 389) pero le pidieron permiso para quedarse a labrar la tierra, por lo que les permitió quedarse por la necesidad. Cuando los musulmanes se volvieron fuertes y se terminó la necesidad, los expulsó ‘Umar ibn Al-Jattab -que Allah esté complacido con él- durante su Califato de toda La Península Arábiga Por ende, no se permite continuar con el hecho de contratar a los incrédulos, ni cumplir con los contratos vigentes hasta el fin de su tiempo, pues esto no se incluye en la aleya en la que Allah dice: ¡Vosotros que creéis! ¡Cumplid los contratos! Como creen los hermanos que le dijeron eso a usted. Esto significa cumplir con los contratos que deben ser cumplidos, sean los contratos entre Allah y sus siervos, como los compromisos prescritos a los siervos cuyo cumplimento es obligatorio, como en el caso de los juicios de la religión, o bien los que los siervos contraen entre sí, que deben ser cumplidos, siempre y cuando coincidan con el libro de Allah y la Sunna de su Mensajero -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-. Pues si los contradicen, entonces no hay que hacer, ni cumplir con ellos.¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su familia y sus Compañeros!





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