Pregunta: El hermano de un hombre trabaja como técnico de aparatos electrónicos (casetes y radios), y si el hombre viene a Riad, se siente avergonzado de habitar, comer y beber en su casa por su profesión; por eso, reside con uno de sus familiares, pero el hermano está enfadado y pregunta sobre la opinión de la religión al respecto.

( Número del tomo 25; Página 303)  Respuesta: Sin lugar a dudas, mantener los lazos de parentesco es una de las órdenes de Allah. Siendo el hermano del preguntador un técnico que repara casetes y radios, eso no justifica evitarlo, alejarse de él y preferir a otra persona para habitar con él y acompañarle. Pues él tiene más derecho que los demás. No obstante, los casetes y las radios, no son un mal puro ni un bien puro; sino que son aparatos utilizados tanto en el mal como en el bien o en ambos, eso depende de sus usuarios. Y debido a que mantener la relación entre el preguntador y su hermano y residir con él sirve para conseguir la cercanía y la familiaridad, y que lo contrario provoca malos resultados; y como que estos aparatos pueden llevar al bien o al mal y que no se consigue nada de eso excepto mediante su usuario, entonces, no hay que abandonar un beneficio acertado -que es mantener la relación y la convergencia- por el temor de ocurrir dudas malas -que es utilizar el casete y la radio en objetivos malos-. Más bien, la shari'ah (Ley Islámica) tiene como objetivo realizar los beneficios y acrecentarlos, y al mismo tiempo acabar con los vicios y disminuirlos. Así, en caso de ocurrir dos perjuicios juntos, se admite recurrir a lo más ligero de los dos males para evitar el mayor. Por lo tanto, el preguntador debe mantener los lazos con su hermano y acercarse a él, y no preferir a otro sobre él por lo mencionado arriba, eso al lado de aconsejarle abandonar esa profesión que se supone que ayude a realizar el mal; ya que quien deja algo para Allah, Allah se lo recompensará por algo mejor. ¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!